Comenzamos la semana con un artículo un tanto especial, y es que esta noche se han entregado los premios más importantes del cine, los Oscar, es por ello, que hoy nos salimos un poco del guión y hablaremos de una película que trata sobre el mundo del deporte, una historia basada en un hecho real que consiguió 4 estatuillas de la academia, entre ellas, la de mejor película.
Es una película de 1981 y como hemos dicho se trata de una historia real, pongámonos en situación:
Gran Bretaña, año
1920. Dos jóvenes corredores de diferentes clases sociales (
Eric Liddell y Harold Abrahams) se entrenan con un mismo objetivo: competir en los
Juegos Olímpicos de París 1924; sus personalidades son muy diferentes:
Eric es un cristiano evangélico de la iglesia reformada de
Escocia y sus padres son misioneros en
China, él ha nacido en China pero ha vuelto a Escocia para estudiar. Desde muy joven demostró grandes aptitudes para el deporte, sobre todo en el
rugby y en las pruebas atléticas de velocidad. En
1920 se matriculó en la Universidad de
Edimburgo para estudiar ciencias exactas. En su etapa universitaria continuó entrenando y compitiendo en rugby y atletismo.
En
1923 se proclamó campeón británico de 100 y 200 yardas. En las 100 yardas estableció un nuevo récord nacional con 9,7 segundos, que no sería batido hasta 35 años más tarde.