Ya es lunes, a muchos os tocará comenzar la semana de trabajo y a otros escribir desde la comodidad de nuestro salón :) Traemos hoy a nuestro blog a un "mitíquisimo del fútbol" nacido en África pero que triunfó en Europa, nos vamos a Portugal a conocer a Eusebio.
Eusébio da Silva Ferreira nació en Maputo, África Oriental Portuguesa (hoy en día Mozambique) en 1942, conocido como Eusébio y apodado "La Pantera de Mozambique" o "La Perla Negra", es un icono del fútbol portugués. Ocupa el 9º puesto en la lista de los 50 mejores jugadores del siglo XX según la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol).
Comenzó jugando a los 15 años en el equipo mozambiqueño Sporting Clube de Lourenço Marques, allí, en 42 partidos anotó 77 goles, esto hace que en Europa se fijen en él y tras una pequeña polémica entre los clubes de Lisboa (Sporting y Benfica) acaba, a los 18 años fichando por el Benfica.
Jugó en el Benfica durante 15 años, disputó 301 partidos con el club más importante de su carrera en liga portuguesa, alcanzando la cifra de ¡317 goles! ¡más de uno por partido!!!
En estos años consiguió 11 ligas, 5 copas y 1 copa de Europa. Se hizo 7 veces con el título de máximo goleador del fútbol portugués y 3 veces máximo goleador de la Copa de Europa.
Jugó 4 finales de Copa de Europa, tan solo pudo ganar en una ocasión. En la única final de la Copa de Europa que ganó (1962) se enfrentó al Real Madrid y le hizo dos goles, al finalizar el encuentro Di Stéfano le regaló su camiseta.
Fue para muchos en su momento la respuesta europea al gran jugador del momento, Pelé, de hecho su primer partido en Europa lo disputó ante el Santos, equipo brasileño al que pertenecía Pelé, pese a que era un amistoso, Eusebio deslumbró en su debut marcando 3 goles.
Era un prodigio físico, un futbolista muy potente, pero que además aunaba una gran calidad técnica y un fuerte disparo.
La Juventus y el Inter de Milán intentaron ficharlo en varias ocasiones, siempre sin éxito. Los últimos, de haberlo conseguido habrían hecho que compartiese vestuario con el único ganador de un balón de oro que tiene España, Luis Suárez.
En 1965 obtuvo el Balón de Oro al mejor jugador de Europa, y al año siguiente estuvo a punto de recibir de nuevo el galardón, quedándose a tan solo un punto en la votación que elegía al ganador, que en esa ocasión fue Bobby Charlton. Fue el primer no europeo de nacimiento en recibir el galardón, antiguamente el balón de oro se otorgaba al mejor jugador a nivel europeo, posteriormente, con el paso de los años este premio se hizo internacional.
En 1968 y 1973 consigue la Bota de Oro al máximo goleador. Fue el líder de la Selección Portuguesa que ocupó el 3º lugar en la Copa del Mundo 1966, el mejor puesto en toda la historia de Portugal en los mundiales (y eso que debutaban en un mundial), fue el máximo goleador de ese torneo. Durante ese torneo jugó con el dorsal 13, parece que no le trajo mala suerte. Mención especial para Eusebio merece el partido de cuartos de final ante Corea del Sur, donde Portugal remontó un 1-3 en contra, para acabar ganando 5-3 con 4 goles de nuestro protagonista de hoy.
Tuvo una carrera llena de lesiones, fue operado 6 veces de la rodilla izquierda y 1 de la derecha.
En 1975 dejó el Benfica y emprendió la aventura americana, pasando por 5 equipos, también en Portugal jugó para 2 equipos más, aunque de un nivel bajo.
Es conocido por sus grandes gestos de deportividad, como el que tuvo con el portero de la selección inglesa, Gordon Banks, al que fue a saludar tras marcarle un gol de penalty en las semifinales del mundial del 66, al partido siguiente, por el tercer y cuarto puesto, volvió a repetir ese gesto tras marcarle otro penalty a Lev Yashin.
Rui Costa, otro grande del fútbol portugués cuenta la historia de cuando fue invitado a jugar con su equipo a Old Trafford, campo del Manchester United, que celebraba los 25 años de la consecución de su primera Copa de Europa, los hechos tuvieron lugar en 1993, 5 lustros antes, los diablos rojos habían ganado la final al Benfica, por 4 a 1, Eusebio salió al campo como representante del Benfica para hablar al público, cuenta Rui Costa que todo el estadio se levantó a ovacionarlo, Eusebio quería tomar la palabra, pero no era capaz porque los aplausos se lo impedían. En la final de 1968, con empate en el marcador, Eusebio tiene una gran ocasión en el último minuto del partido, su disparo es neutralizado por el portero en una gran parada, Eusebio no da crédito, pero se acerca al portero para felicitarlo y aplaudir su intervención, es por estos gestos por los que se le recuerda como un caballero del fútbol (vamos, lo mismito que su paisano Cristiano Ronaldo), por cierto, el Benfica acabaría perdiendo en la prórroga.
Los grandes rivales del Benfica en Portugal son el Sporting de Lisboa y el Oporto, cuando Eusebio es visto en sus estadios siempre es aclamado por el público.
A las afueras del estadio del Estadio da Luz, donde el Benfica juega sus partidos como local, existe una estatua en su honor.
Esta es la historia de uno de los mejores jugadores de todos los tiempo, que pese a ello no se le subió el éxito a la cabeza y tampoco se le dio por extravagancias
Como siempre digo, espero os haya gustado y se agradecen (y mucho) los comentarios, un saludo a todos.
Magnifica historia, en mi opinión eso es el deporte, educación y buenas maneras ante todo. Gracias por compartirla.
ResponderEliminarHola crack me he encontrado con tu blog por casualidad. Desde hoy te sigo, espero que te pases por el mio y que también te guste, la verdad es que es muy parecido en cuanto a buscar historias curiosas, jugadores de leyenda y efemérides. Aquí te lo dejo: www.enfermosdelffutbol.com
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